Desde muy atrás en el tiempo, un edificio majestuoso y una obra maestra arquitectónica saludaba a los barcos que venían de la laguna: El Palacio Ducal, el lugar donde el Dux y su Consejo gobernaban la República de la Serenissima.
Hoy, el símbolo de Venecia y su poder sigue en pie en toda su belleza y majestuosidad, dejando sin aliento a los viajeros todos los días.
Un recorrido para descubrir el corazón de Venecia y su historia, el encanto del pasado y una joya verdaderamente hermosa donde se esconden inestimables obras maestras del arte.

El Palacio Ducal es uno de los símbolos más importantes de Venecia. Durante siglos, ha representado la sede del poder político veneciano. En sus majestuosas salas, el Dux y su Consejo controlaron durante siglos el destino de la Serenissima rodeado de cientos de obras maestras del arte pictórico.

Recorriendo sus salas de poder, las escaleras doradas y las importantes pinturas, tendremos la oportunidad de retroceder en el tiempo y respirar la encantadora atmósfera del lugar donde se entrecruzan las arquitecturas bizantina y oriental.
Dentro del Palacio admiraremos algunas de las obras más famosas pintadas por Tintoretto, Veronese y otros artistas importantes.

Finalmente volveremos a sentir la angustia de los presos, que tras cruzar el conocido Puente de los Suspiros se adentraron en la oscuridad de las prisiones.

Unámonos a este recorrido que nos hará maravillarnos frente a las obras maestras del arte del Palacio Ducal, su Escalera Dorada, la prisión veneciana que revelará cómo vivían los prisioneros de la Serenissima.